Es este un vino de esos que podríamos denominar "de autor" por su exquisitez y exclusividad.
Su nombre es un homenaje a los monjes de la orden cartuja que en el 1095 comenzaron el cultivo de la vid en la zona denominada Priorat.
El terreno en el que se cultiva poco fértil, hace que las cepas produzcan una cantidad muy reducida de uva, sin embargo da un vino de excelente calidad. Precisamente eso es lo que hace que este vino sea tan especial.
Confeccionado con cariñena, garnacha tinta y syrah, y criado en barrica de roble francés.
Cosecha del 2012 tiene una graduación del 14% con una lágrima en copa que denota la gran calidad de este vino que marida a la perfección con todo tipo de carnes de caza, cordero, guisos así como con quesos curados.
A la vista es de un precioso color rubí.
En boca es redondo y entra fácilmente dejando un agradable regusto a mermelada de frutos del bosque.
En nariz es sutil a pesar de su profundidad.
Altamente recomendable para disfrutar con los amigos.